Champions League: El Barça se complica la vida (3-1)

Mourinho logró anular a Messi y Xavi y el Barça tendrá que remontar en el Camp Nou. eL Barça no fue el de otras ocasiones.

La posesión de balón no lo es todo en este juego. Ayer quedó sobradamente demostrado. El Barça tuvo la pelota - 66% de posesión - pero el Inter puso los goles. Mourinho planteó su partido, tejió su habitual tela de araña en el centro del campo, anuló a Xavi y Messi, y ganó el partido.

Se puede hablar de juego rácano del Inter; de ultradefensivo, de no querer jugar el balón, pero lo cierto es que ese juego pudo con la máquina blaugrana, que ayer no pudo jugar a placer. Subía con todo al ataque el Barça, llegaba a la línea de tres cuartos, pero no encontraba ni a Xavi ni a Messi; y lo que es peor, no daban ese último pase de gol.

El Inter cerró todas las vías de pase con una defensa dura y expeditiva y jugó a la contra de forma rápida, con balones largos y buscando siempre la velocidad de Milito por el centro, Sneijder por la izquierda y Eto'o por la derecha. La velocidad de Maicon que se sumó al ataque como carrilero también fue importante, mientras Cambiasso se dedicó a destruir el juego blaugrana.

Aún así, la cosa no empezó mal para el Barça. Los de Guardiola se hicieron con el control de la pelota y tocaron, esperando a que la defensa del Inter le diera un hueco por el que pasar el balón. El Inter lo intentaba a la contra y con balones directos arriba. Sin embargo, el primero en ver portería fue el Barça, tras una internada por la izquierda de Maxwell, que llegó a la línea de fondo, pasó atrás y Pedro ejecutó de forma magistral para adelantar al Barça.

Los de Guardiola habían abierto la lata, aunque sin hacer mucho ruido, ya que el Inter, para entonces ya no dejaba jugar cómodo al Barça. No bajó los brazos el equipo de Mourinho, sino todo lo contrario. Le dio otra velocidad al juego, buscaron más la incorporación de Maicon, sumaron hombres al ataque, a la vez que se replegaban de forma muy ordenada en defensa. No así el Barça. Ayer los de Pep Guardiola no estuvieron finos atras, y al filo del descanso en un intento de tapar a Eto'o y Milito, dejaron sólo a Sneijder en el segundo palo, que no perdonó el empate.

En la segunda parte, el guión siguió siendo el mismo. El Barça tocaba y tocaba buscando a Messi y Xavi, pero no conseguía llegar a las inmediaciones de Julio Cesar, a no ser que fuera desde la banda y con centros que no encontraban rematador. El inter siguió a lo suyo, y Maicon puso por delante a los cuatro minutos de la reanudación a los italianos. Pedro pudo empatar el partido poco después, pero Julio Cesar hizo una gran parada al cabezazo a bocajarro del tinerfeño. Diego Milito marcó el 3-1 en fuera de juego, pero el linier dio el gol por válido.

El colegiado del partido, el portugués Olegário Benquerença, tampoco estuvo muy acertado. Fue excesivamente casero, permitió el juego duro por parte de los italianos y amonestó a Puyol en una acción no merecedora de tarjeta, que deja al de la Pobla sin partido de vuelta. La actuación arbitral fue objeto de las iras de un Barcelona que deberá ganar, al menos 2-0, el próximo miércoles en el Camp Nou, si quiere jugar la final del Bernabeu.