Griezmann salvó a la Real (2-1)

La Real vence al Sporting en un partido lleno de nervios, en el que Griezmann se erigió en el gran protagonista con dos goles. De las Cuevas empató el partido mediado el segundo tiempo, pero Griezmann con un poco de fortuna dio los tres puntos a la Real, que sigue cinco puntos por encima del descenso.

La situación no es que haya cambiado en demasía tras ver los resultados de la jornada, pero la victoria de la Real ante el Sporting permite al equipo txuri urdin terminar una mala racha que duraba siete partidos. Parecía que a los donostiarras se les había olvidado ganar, por eso cuando De las Cuevas marcó el gol del empate mediado el segundo tiempo, la sombra de una nueva desgracia parecía asomar por los vomitorios del estadio de Anoeta.

Se ganó que era lo que importaba, pero el sufrimiento de la grada no se paga ni con todo el oro del mundo. Con el gol de Griezmann cuando más apretaba el Sporting, y después de ver cómo Iglesias Villanueva anulaba un gol por fuera de juego a los de Manuel Preciado, parecía que la grada iba a poder ver el partido de forma más relajada. Sin embargo, un potente disparo de De las Cuevas volvía a poner el corazón en un puño de una afición que tiene muy claro que su sino es sufrir.

Menos mal que cuando el equipo más lo necesitaba, volvió a aparecer ese joven que la pasada temporada se convirtió en la gran esperanza de los aficionados, para coger un balón en la frontal del área, colocárselo en su pierna izquierda y con algo de fortuna y la colaboración de dos defensores marcar el gol que, a la postre, sería el de la victoria. Aún así, la Real volvió a estar blanda en defensa, concedió muchos metros al rival y pudo haberse llevado un susto gordo. La victoria no debe relajar a los de Lasarte, que siguen teniendo mucho que corregir.

Ifran titular

Se esperaba que hubiera algún cambio en la alineación titular de Martín Lasarte, pero la inclusión de Diego Ifran en el once titular no parecía, a priori, tan probable. La otra novedad fue la presencia de salida en el eje de la zaga de Mikel Labaka. El azpeitiarra no tuvo su día y tuvo que ser sustituido en el descanso por Mikel González, ya que vio una amarilla muy pronto y el peligro de expulsión por segunda amarilla era patente.

Por lo demás, Lasarte no introdujo más novedades con respecto del once que jugó en el Calderón: Bravo en portería; Carlos Martínez, Demidov, Labaka y Estrada en defensa; Rivas y Aranburu en el doble pivote; Prieto, Zurutuza y Griezmann en línea de tres, e Ifran en punta.

Por su parte, Preciado introdujo los dos cambios que había anunciado, por lo que alineó a Juan Pablo en portería; Lora, Botía, Ivan Hernández y Jose Ángel en defensa; Rivera y Eguren en el doble pivote; De las Cuevas, André Castro y Diego Castro en media punta, y Barral como delantero centro.

Del susto al éxtasis

El partido comenzó con una Real que a chispazos trató de crear peligro en las inmediaciones del área de Juan Pablo, mientras el Sporting esperaba en su campo a los donostiarras para salir con gran velocidad a la contra; arma con la que hizo mucho daño. El partido parecía controlado por los de Martín Lasarte, cuando llegó el primer susto de la tarde: Iglesias Villanueva anuló un gol al Sporting por fuera de juego en una jugada a la contra en la que las miserias de la defensa de la Real salieron a relucir.

Tras anular el gol el colegiado cambió el criterio y castigó duramente a la Real, mientras que al Sporting perdonó al menos dos tarjetas amarillas claras por sendas entradas de Diego Castro y André Castro. El partido se había abierto y mientras la Real trataba de entrar por bandas y mediante pases en profundidad, el Sporting salía con velocidad cogiendo casi siempre desprevenida a la defensa txuri urdin.

Fue en ese momento en el que cualquier cosa podía pasar cuando apareció Xabi Prieto, por banda derecha. El donostiarra puso un gran centro al punto de penalty hasta donde entró en carrera Griezmann para rematar de cabeza cruzado, marcar el primer gol del partido y de paso quitar a todo el mundo un gran peso de encima.

Tras el gol la Real se creció y comenzó a entrar por bandas con mucha más asiduidad. Entre tanto, en defensa, los donostiarras seguían sufriendo con la velocidad de los dos Castro y De las Cuevas, que buscaron a Labaka una y otra vez. Iglesias Villanueva perdonó la segunda cartulina amarilla al azpeitiarra, que en el descanso se quedó en la caseta.

Muchos nervios

En la reanudación, el partido pareció más pausado. Con el 1-0 Manuel Preciado decidió irse a por el partido y realizó un doble cambio atacante. Sangoy y Nacho Novo entraron en el terreno de juego por Rivera y André Castro. La entrada de Sangoy fue determinante para que el Sporting comenzara a crear más peligro. De hecho, una jugada suya por banda izquierda en el minuto 23, fue el preludio del gol del empate. Sangoy se fue hacia el centro, De las Cuevas recibió el balón en el centro, nadie le salió a tapar y se sacó un potente disparo ante el que Bravo nada tuvo que hacer.

Los fantasmas aparecieron sobre Anoeta y el partido se abrió aún más. Tamudo, que había entrado en sustitución de Ifran, tres minutos antes del gol del empate, pudo adelantar a los donostiarras, pero su cabezazo a bocajarro tuvo como respuesta una gran parada de Juan Pablo, que dejaba con la miel en los labios a los donostiarras.

El Sporting no se contentó con el empate y trató de llevar mucho peligro al área de Bravo, por lo que el partido se convirtió en un auténtico manojo de nervios. Hasta que apareció Griezmann, se hizo hueco y disparó. La fortuna se alió con la Real y el balón terminó entrando en la portería tras golpear en dos defensas. Anoeta estalló de júbilo, pero no pudo respirar tranquila hasta que Iglesias Villanueva decretó el final del encuetro.

Con la victoria ante el Sporting, la Real ha dado otro paso hacia la permanencia, aunque no el definitivo. El calendario se complica, por lo que tocará estar atentos a otros campos. Los donostiarras han demostrado tener potencial para dar la cara las próximas semanas ante Athletic, Barcelon y Valencia. Es el momento de dar el do de pecho.