Maldita segunda parte (4-1)

La Real Sociedad sucumbió en la segunda parte ante un Espanyol que tomó entonces las riendas. La efectividad de los de Pochettino decidió un encuentro en el que la Real fue mejor en la primera mitad. Debutó Illarramendi como titular.

Pasemos página. Es lo mejor que el equipo puede hacer tras el partido de Cornellá el Prat. No fue su tarde y terminó claudicando ante un Espanyol muy efectivo que tiró cinco veces a portería y anotó cuatro goles. Aún así, que impere la calma, ya que Cornellá, un fortín para el equipo perico, es uno de los campos en donde menos equipos han puntuado y donde los locales han cimentado sus opciones de jugar en Europa la próxima temporada.

Y eso que el partido no pintaba mal. La Real fue superior a un Espanyol que se dedicó a tener la pelota en el primer tiempo. Pudo irse el equipo de Lasarte ganando al descanso, pero la mala fortuna y una rápida reacción dejaron el partido en tablas al descanso. Hasta entonces pudimos ver a una Real seria, haciendo un buen partido y no amedrentándose pese a jugar fuera de casa. Sin embargo, en la reanudación todo cambió. Un gol tempranero de Sergio García dio una vuelta de tuerca al partido y la Real desapareció del terreno de juego de Cornellá El Prat.

Los cuatro goles recibidos deberán hacer reflexionar a Martín Lasarte que no acertó en los cambios, y al que se vio dubitativo en una segunda parte para olvidar. La valentía de alinear a Illarramendi, que realizó un partido de menos a más en la primera parte y desapareció, como el resto del equipo en la segunda, no se vio reflejada a la hora de realizar los cambios, ya que con el 3-1 pareció que entregó la cuchara.

Illarramendi la gran novedad

Tal y como se barruntaba en los mentideros, la probabilidad de que Illarramendi fuera titular era alta tras la lesión de Gorka Elustondo. Con la decisión de dar descanso a Ansotegi no era de extrañar que Lasarte pusiera otra novedad en liza en su once titular. Así fue. Illarra y Markel formaron pareja de doble pivote en un once que, por lo demás, no presentó más que las novedades ya comentadas a lo largo de los últimos días: Bravo en portería; Estrada, Demidov, Mikel González, Demidov, De la Bella; Markel, Illarra; Prieto, Zurutuza, Griezmann, y Tamudo.

Pochettino varió su habitual 4-2-3-1 para introducir dos delanteros en busca de una victoria balsámica. Verdú y Javi Márquez se adueñaron del centro del campo desde el inicio y jugaron a placer, tanto por banda como por el interior. El Espanyol saltó al césped de Cornellá con Kameni en portería; Javi López, Edu Galán, Jordi Amat y David García en defensa; Verdú y Javi Márquez en el doble pivote; Luis García y Callejón en bandas, y Álvaro Váquez y Sergio García en punta.

Estrada doble goleador

El partido comenzó sin dominador claro. El Espanyol trataba de tener la pelota, aunque no lograba crear gran peligro en el área txuri urdin, ya que la Real replegaba bien sus líneas y no permitía a los de Pochettino jugar con comodidad. Los donostiarras se asentaron en el terreno de juego y, pese a no tener la pelota, comenzaron a crear peligro con el paso de los minutos.

Pudo marcar dos goles la Real mediado el primer tiempo. Los de Martín Lasarte fueron ganándole terreno al Espanyol según avanzaba el partido, y eso se reflejó en acciones peligrosas sobre el marco de Kameni. El cancerbero camerunés sacó, primero, un balón en un mano a mano a Zurutuza, y poco después hizo una gran parada a un potente disparo de Tamudo, que no pudo ser profeta en su tierra.

El pulso entre Espanyol y Real Sociedad pasó a ser de ida y vuelta. Los donostiarras pasaron a dominar el partido y comenzaron a hacer daño en acciones rápidas tras robar el balón en el centro del campo. El equipo catalán, comenzó a jugar a lo mismo, y fue quien primero se llevó el gato al agua. Una falta sacada rápida en la frontal del área donostiarra terminó con un balón dentro del área para Álvaro, que disparó con pierna izquierda, dio en el pie de Estrada y se coló por la escuadra de Bravo.

Pareció alinearse la mala fortuna con la Real Sociedad, ya que encajó el primer gol del partido cuando más méritos estaba haciendo para ir por delante en el marcador. Los de Martín Lasarte reaccionaron rápido, y dos minutos después, a la salida de un córner botado por Griezmann empataron el partido, tras cabecear en el segundo palo Demidov y remachar al fondo de la red Dani Estrada. El partido se marchó al descanso en tablas, pero con un buen sabor de boca.

Sergio García hundió a la Real

En la reanudación todo cambió. La Real no volvió a ser ni la sombra del equipo que en la primera parte había completado un buen encuentro. El Espanyol se hizo rápidamente con el control de la pelota y fue ganando metros a la defensa txuri urdin. Los de Pochettino se volcaron al ataque con juego entre líneas, y así llegó el segundo gol al ocho de juego de la segunda parte. Sergio García ganó la espalda a Demidov y cazó un pase para plantarse sólo delante de Bravo y marcar el segundo gol.

El tanto cayó como un jarro de agua fría entre las filas donostiarras, que no reaccionaron. El que sí lo hizo fue Mauricio Pochettino que quitó a Sergio García mediado el segundo tiempo, para meter a Duscher, volver al esquema habitual (4-2-3-1), contener el centro del campo y matar el partido. Con el paso de los minutos, la Real, pese a que Lasarte metió a Sarpong en sustitución de un gris Xabi Prieto en busca de más verticalidad, siguió diluyéndose cual azucarillo en el café, por lo que rondaba más el tercer gol local que el segundo visitante.

Así fue, a diez minutos del final Callejón aprovechó otro pase entre líneas para zafarse de la defensa donostiarra y batir de tiro raso cruzado a Claudio Bravo. Hasta entonces el Espanyol no había tirado apenas a portería, pero la efectividad de los catalanes fue demoledora.

Los últimos diez minutos sobraron, sólo sirvieron para que el Espanyol se regalara un gol más con el que celebrar la vuelta a la senda de la victoria tras cuatro derrotas consecutivas. Javi Márquez marcó de falta en un lanzamiento magistral que fue al palo largo y que entró pegado a la cepa del poste. De este modo, la Real vio cómo el partido finalizaba con una derrota, si bien merecida por el mal partido realizado en la segunda parte, algo abultada vistas las ocasiones de ambos equipos a lo largo del encuentro.