Un gol de Tamudo mediado el segundo tiempo decide un derby que la Real mereció llevarse con un resultado más holgado. Las contras txuri urdines fueron letales para un Osasuna, que apenas hizo daño y se mete en problemas.
Por si alguien tenía todavía alguna duda sobre el rendimiento que Tamudo podía dar en la Real Sociedad, el delantero catalán disipó todas firmando un gran partido y marcando un nuevo gol de ratonero del área. Siendo sinceros, el partido no dio mucho de sí, pero terminó cayendo del lado que más mereció, esto es, del lado de la Real.
El encuentro nos permitió sacar varias conclusiones. Primero, Tamudo era el recambio de delantero centro que necesitaba la Real, y que en cuanto ha tenido la oportunidad ha demostrado aquello de que el que tuvo retuvo. Segundo, la presencia de Mikel Aranburu en el centro del campo fue determinante. Ni Puñal, ni Nekounam, ni Vadocz pudieron con el de Azpeitia, que trabajó a destajo en la recuperación de balones y en la presión y se sumó al ataque llevando mucho peligro en las contras. Y tercero, Demidov debutó como titular formando pareja de centrales con Ansotegi. El Noruego no sólo convenció, sino que firmó un partido muy solvente en defensa, despejando el balón, secando a Pandiani y sacándo la pelota jugada con criterio.
La baja de Xabi Prieto era algo que preocupaba en demasía al aficionado txuri urdin. Sin embargo, la forma de ejecutar las contras de los donostiarras a lo largo del encuentro hizo que no se le echara de menos en demasía. En definitiva, la Real logró, sin Xabi Prieto, llevar en todo momento el peso del partido, y aunque Osasuna no creó apenas peligro – su primer disparo a puerta fue en la segunda parte – los donostiarras sufrieron de lo lindo para abrir la lata y que los tres puntos se quedaran en Donostia. Y eso es una gran noticia para los de Lasarte, ya que les permite quitarse un gran peso de encima, al lograr sacar adelante el partido sin uno de sus grandes referentes.
Revolución
Ela baja de Prieto sirvió de excusa a Lasarte que revolucionó su once por completo. En lo que va de temporada no había habido tantos cambios en la alineación. El partido del Bernabeu pasó factura y el entrenador uruguayo no se lo pensó dos veces. Además de dejar fuera de la convocatoria a Mikel Labaka, sentó en el banquillo a Mikel González para dar entrada a De la Bella en el lateral y a Demidov en el eje de la zaga. Aranburu volvió a la medular en detrimento de Elustondo, y Sarpong fue el elegido para ocupar el puesto del sancionado Xabi Prieto. De este modo, la Real formó con Bravo en portería; Estrada, Ansotegi, Demidov, De la Bella en defensa; Aranburu, Rivas en el centro del campo; Sarpong, Zurutuza, Griezmann en línea de tres, y Tamudo en punta.
Por su parte, Jose Antonio Camacho se ajustó al guión ensayado durante la semana y reemplazó al lesionado Aranda por Masoud, mientras que Josetxo ocupó el lugar del también lesionado Sergio. Así, Osasuna formó con Ricardo en portería; Monreal, Flaño, Josetxo y Damiá en defensa; Puñal y Nekounam en el centro del campo; Coro, Masoud y Camuñas en línea de tres, y Pandiani como estilete.
Polvora mojada
Mereció la Real marcharse al descanso con victoria parcial, pero la mala fortuna impidió que los donostiarras lograran el primer gol del partido. Aún así, el partido en su primera parte tuvo dos fases bien diferenciadas. Los primeros 25 minutos no pasarán a la historia, al ser un partido poco vistoso y sin grandes ocasiones de gol. Osasuna esperaba a la Real y trataba de salir a la contra, aunque sin éxito, ya que los rojillos no inquietaron ni una sola vez la portería defendida por Claudio Bravo.
Fue mediado este primer tiempo, cuando despertó la Real. Mikel Aranburu se erigió en el gran protagonista en el centro del campo, parcela que dominó a su antojo. Robó, pasó, y se incorporó al ataque llevando mucho peligro al area de Osasuna. Así, pudo llegar el gol para la Real. Zurutuza avisó dos veces, pero Nekounam en la primera, y Monreal, en la segunda, esta vez con la mano que Turienzo no vio, no permitieron rematar al mediopunta realista que entraba de cabeza a placer.
Tamudo y Sarpong fueron los protagonistas del final de la primera parte. Ambos fallaron las dos ocasiones más claras para la Real. Tamudo no llegó a un buen servicio de Aranburu por centímetros con Ricardo prácticamente batido, y Sarpong se tropezó tras hacer un gran control, cuando sólo la tenía que empujar. La pólvora mojada impidió a los de Martín Lasarte marcharse al descanso con ventaja.
Tamudo decide
Tras el descanso el partido continuó por los mismos derroteros. Camacho buscó más juego directo con la inclusión de Lekic en detrimento de Coro, que se quedó en el vestuario antes de iniciarse la segunda parte. La Real siguió robando y montando contragolpes a los que les faltaba la puntilla. Griezmann estuvo cerca de marcar de falta a los nueve minutos, pero Ricardo respondió con una gran parada.
Sutil salió por Sarpong, y Osasuna pareció estirar líneas. De este modo llegaron las dos únicas ocasiones de gol del equipo rojillo. Nekounam mandó un disparo al larguero en el minuto 12, y diez minutos después, De la Bella sacó en la raya un remate del centrocampista iraní. Salvo estas dos ocasiones el conjunto navarro no volvió a inquietar la portería de Claudio Bravo.
Con el paso de los minutos la Real siguió mereciendo el gol. Pero los ataques rápidos que trataban de trenzar los donostiarras no encontraban el último pase o rematador a los centros al área. Hasta que en el minuto 28, Tamudo se fabricó un gran control con el que se deshizo de su par, encaró a Ricardo que le sacó el primer tiro y con el exterior en el rechace la coló por el palo largo. La grada, que empezaba a estar nerviosa porque el gol no llegaba, lo celebró por todo lo alto, al igual que el delantero catalán, y respiró hondo, sabiéndose ganadora del partido.
Desde el gol y hasta el final Osasuna no inquietó a Bravo. La solvencia defensiva de Demidov y Ansotegi evitó que llegaran balones claros a Lekic y Pandiani. Además, a cinco minutos para el final Lasarte retiró del césped a Zurutuza, que se llevó una de las grandes ovaciones de la tarde, para apuntalar la defensa con Mikel González. De este modo, la Real cerró un partido que pudo haber resuelto antes, y sumó tres puntos de oro que le permiten empatar en la séptima posición a 31 puntos y se aleja a nueve puntos del descenso, que marca Osasuna con 22.
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