Tendido 9: Mal juego, importante victoria

La victoria de Lagun Aro GBC sobre Gran Canaria permite a los donostiarras salir del bache y no caer puestos en la clasificación que podrían encender la alarma. Los de abajo ya están reaccionando y tres victorias de diferencia todavía dan a los de Laso tranquilidad.

Hoy toca ser tajante. No me gustó que el público hiciera la ola. Lo hubiera entendido si desde el principio Lagun Aro GBC hubiera jugado como los ángeles, o si le estuviéramos dando una severa paliza a uno de los grandes de la competición. Sinceramente, el público de Donostia Arena 2016, ese que se ha ido ganando el respeto de propios y extraños al demostrar que año tras año entiende más de esto - no olvidemos que parte de él es un público recien llegado a una cancha de baloncesto -, todavía tiene mucho que aprender.

Nadie nace sabiendo, pero reaccionar a base de impulsos no suele ser bueno. Porque a cinco minutos del final, cuando todo pintaba muy mal, y Tomas Bellas - un jugador que con todos los respetos no ha hecho nada hasta el momento - se hacía con la manija del partido y ponía a Gran Canaria 10 puntos arriba, hubo pitos en el pabellón; y muy notorios además. Por eso, que cinco minutos después, cuando Lagun Aro pegó el arreón definitivo a base de suerte en el tiro y de mucha garra, el público haga la ola me extrañó y no me gustó nada.

Eso sí, que nadie malinterprete estas líneas, porque en esos minutos de locura en el que Lagun Aro GBC endosó un parcial de 16-0 a Gran Canaria al igual que el resto del público, en el tendido nueve nos levantamos, vibramos y aplaudimos a rabiar todas y cada una de las jugadas y tiros que fueron entrando. Un subidón que terminó en victoria, aunque el partido, no lo olvidemos, fue muy escaso en cuanto a calidad.

Parece que a la gente se le olvida el espectáculo lamentable que vimos en los dos primeros cuartos. Los de Laso empezaron bien, sobre todo en defensa, donde anularon a Carroll. No puedo estar más de acuerdo con el entrenador gasteiztarra cuando en sala de prensa dijo que Alfonso Sanchez, todo un secundario de esta plantilla, había sido el MVP del partido. Cierto es. Anuló a Carroll en los minutos en los que el escolta estuvo en cancha. La pena es que cuando Carroll estaba en el banquillo, el cinco suplente de Pedro Martínez nos ganó la partida.

El menos tres de valoración del equipo donostiarra en el segundo cuarto fue preocupante. Que un equipo como Gran Canaria, que estaba haciendo, salvo Savané, un partido mediocre, se fuera al descanso ganando de uno, con un marcador más que pobre, 25-26, era como para estar enfadado. El equipo estaba notando la presión/necesidad de ganar otro partido para volver cuanto antes a la dinámica positiva de principio de temporada, y por ello tras el descanso primó más el corazón, las ganas de volver a ganar, que la cabeza.

De ahí se explican los altibajos en el juego, que llevaron tanto a hacer como a encajar parciales abultados, con lo que finalmente se terminó decidiendo el partido. Por que en los primeros cinco minutos del tercer cuarto el GBC firmó un 16-0 que le permitió ponerse nueve arriba, pero tan pronto estaba en la cúspide, volvía a caer fruto de la indecisión, de las prisas y de la precipitación. 2-11 de parcial y a temblar. Menos mal que apareció Jimmy Baron en una noche de inspiración total para hacer un 7 de 11 en triples y convertirse en portada de todos los medios incluso de la web acb.com.

Por eso el titular de arriba: mal juego, importante victoria. Porque a pesar de que el partido fue, como dice alguno "una castaña pilonga", el equipo ganó, y sigue con una ventaja bonita sobre el descenso ahora que llegan dos salidas muy complicadas. Primero Granada, una cancha que al GBC históricamente se le ha dado muy mal - si no estoy equivocado no ha ganado nunca - y luego Unicaja. Hay que aprovechar esas tres victorias de colchón y la moral que da ganar un partido a sabiendas de que te has resurgido de tus cenizas cual ave fenix para afrontar estos dos partidos y seguir dando pasos hacia la permanencia, en una liga que está más apretada que nunca. Y es que son tres las victorias que separan a los de Laso del descenso, pero también son tres las que les separan del líder.