Tendido 9: Derby de alta fidelidad

La victoria ante Bilbao Basket fue algo que se recordará por mucho tiempo. El ambiente en el pabellón fue espectacular, y ni qué decir del juego y de la calidad de baloncesto que se pudo ver sobre el parqué.

Por si a alguien le quedaba alguna duda - a nosotros no - Javi Salgado se redimió ante su ex equipo del alma y le mandó un mensaje directo a Fotis Katsikaris: "¿No me querías verdad? Pues mira ahora lo que soy capaz de hacer". La ola del final del partido iba dirigida, por lo menos por nuestra parte, a él. Con sus limitaciones, porque las tiene, es el mejor base que ha pasado por este equipo. Dirige, asiste, no le tiembla la muñeca para tirar y su carácter es acorde con el de un grupo que se palpa está más unido que nunca.

Lo del viernes por la noche fue algo de alta fidelidad, alta definición o como lo quieran llamar. Primero por la hora: las 20:30horas de un viernes. Hace poco acudíamos al pabellón a esa misma hora para ver al Ciudad La Laguna, Beirasar Rosalía, Autocid Burgos, etc. Sin nada en contra de todos ellos, que cayeron en la época LEB del GBC en Illunbe, el partido nos retrotraía a esos tiempos en los que la lucha se imponía al baloncesto. Esta vez, baloncesto y lucha se aliaron para terminar ganando algo más que un partido: un derby de alta tensión.

Tenemos que confesar que cuando entramos en el pabellón y vimos que uno de los fondos estaba copado por aficionados venidos desde Bilbao, pensamos que nos iban a comer a la hora de dar ánimos desde la grada. Si hay algo que tenemos que envidiar es la pasión y la forma de animar que tienen al otro lado de la A-8. Pero no, esta vez no nos ganaron. La afición estuvo de once. Cayó todos y cada uno de los intentos de los aficionados visitantes con gritos de ánimo a los jugadores de Laso. Simplemente chapeau.

Con ese ambiente, y la buena marcha del equipo en casa, el partido no se podía escapar. Ahí aparecieron Salgado y Doblas en el papel estelar. El primero con canastas de todos los colores, pases y dirección de juego a raudales; el segundo ganándolo todo en la pintura y firmando el mejor partido de la temporada que casi le hace MVP de la semana - sólo le superó Donaldson (Menorca) y por dos puntos de valoración - con el que levantó a toda la grada. En la mente de todos queda una asistencia a Miralles. El catalán, aunque no haya sido mentado en muchos sitios, hizo un gran trabajo tanto en ataque, creando espacios a sus compañeros y anotando buenas canastas, como en defensa y, sobre todo, a la hora de cerrar el rebote en ambos lados del campo.

El cuarto hombre a destacar fue Panko. El bueno de Andy ya ha olvidado los problemas que ha arrastrado en este principio de temporada y ante Bizkaia Bilbao Basket, motivado también por su fugaz paso por el club del botxo, realizó un gran partido con acciones de gran mérito, llenas de rabia, como un mate a una mano que también quedó en la retina de los aficionados de Donostia Arena 2016. Y todo ello sin olvidarnos del "jugón" Jimmy Baron que, con sus canastas imposibles, volvió a demostrar que nos vamos a divertir mucho este año en casa.

Eso sí, todavía hay que ser cautos. No nos vamos a cansar en insistir en esto. El objetivo sigue siendo la salvación. Hay que lograr diez victorias como mímino para el año que viene volver a tener ACB. El equipo ha empezado la liga de la mejor manera posible. De hecho mejor era imposible. Con cinco victorias y dos derrotas está poniendo el listón muy alto para próximas temporadas. Están firmando números de récord, lo que hace que vayamos al pabellón con unas ganas terribles de disfrutar de baloncesto, sin olvidarnos, y repitiéndonos, que el objetivo, como dijera David Doblas, es la salvación eta kitto.