La Real Sociedad cae en Alicante ante el Hércules en un partido en el que los donostiarras no merecieron perder.El Hércules remontó el gol inicial de Griezmann en la primera parte en los primeros seis minutos de la segunda.
Las carajas se pagan caras en primera división. La Real Sociedad tenía todo de cara, había conseguido llegar al descanso con ventaja, pero un inicio de segunda parte para olvidar echó al traste todo el trabajo hecho hasta ese instante. Primero un error de conjunto producto de la desconcentración trajo el empate en el primer minuto de la reanudación; y después, un golazo de falta terminó por remontar el encuentro para alegría de la parroquia local.
En definitiva, la Real salió derrotada del Rico Pérez; un estadio de infausto recuerdo en el que los donostiarras no han ganado nunca. De hecho, todo el mundo recordaba antes del partido el 5-1 encajado la pasada campaña, cuando ambos equipos peleaban por el ascenso a la primera división. Sin embargo, ni el juego de la Real ni el del Hércules fue el mismo, y la Real no sólo se adelantó en el marcador, sino que pudo ir al descanso con una ventaja mayor.
Zurutuza baja
La baja de Zurutuza, que finalmente no se recuperó de sus dolencias, obligó a Martín Lasarte a variar su esquema y a introducir un trivote en el centro del campo. Rivas, Elustondo y Aranburu formaron en el once inicial, para, tal y como hicieran ante el Almería en el partido de ida de la Copa, Aranburu tirar muy arriba la presión a la salida de balón rival y no dejar pensar a los organizadores de juego alicantinos.
Ansotegi también volvió al once inicial. La presencia de Trezeguet, un delantero de gran estatura, hacía necesaria la presencia del zaguero de Berriatua, que ató bien al francés en la primera parte, pero que sufrió el mismo cataclismo durante esos seis primeros minutos de la segunda, y no pudo evitar que marcara en la primera jugada de la segunda parte.
Por lo demás, Lasarte alineó lo esperado: Bravo en portería; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González y De la Bella en defensa; Rivas y Elustondo como doble pivote, con Aranburu un poco más adelantado; Griezmann y Xabi Prieto en bandas y Llorente en punta.
Por su parte, Esteban Vigo, alineó en el Hércules lo que se preveía a lo largo de la semana: Calatayud en portería; Cortés, Rodriguez, Pamarot y Peña en defensa; Abel Aguilar y Fritzier como doble pivote; Drenthe y Kiko en badas; Valdez en la media punta y Trezeguet como delantero centro.
La ventaja pudo ser mayor
El encuentro comenzó sin un dominador claro en sus primeros minutos y con una jugada muy fea de Valdez que realizó una entrada a destiempo al tobillo de De la Bella, que mereció tarjeta amarilla. Tenía pinta de que los pequeños detalles decidirían el devenir del partido. Las jugadas de estrategia fueron las elegidas por ambos equipos para llevar peligro a la portería contraria.
Pudo marcar en el minuto 12 el Hércules por medio de Abel Aguilar a la salida de un córner, pero su balón fue directamente a las manos de Claudio Bravo. Quien sí aprovechó tres minutos después un corner fue la Real. Botado desde la derecha encontró la cabeza de Carlos Martínez, que estuvo cerca de meter su primer gol con la Real, pero Cortés, viendo que el balón se colaba metió la cabeza, el esférico se estrelló contra el larguero y allí apareció Griezmann, muy activo a lo largo de la primera mitad, para con la testa poner al equipo txuri urdin por delante.
El gol dio alas a la Real que se echó arriba en busca de coger mayor ventaja en el marcador. Pero la puntería, sobre todo en el remate de cabeza, no estaba afinada. Griezmann pudo poner el segundo cuatro minutos después del gol con un gran remate de cabeza que se estrelló en el travesaño para perderse por encima de la portería de Calatayud; poco más tarde mandó un disparo fuera con pierna izquierda en una jugada de pillos junto con Xabi Prieto; y más tarde, Ansotegi estuvo a punto de marcar de cabeza, pero su peinada se perdió, por muy poco, por encima de la portería local.
El Hércules también tuvo dos ocasiones antes de llegar al término de la primera parte, con un resultado justo, viendo los méritos realizados por uno y otro equipo.
Seis minutos fatídicos
El inicio de la segunda parte se demoró por el desvanecimiento de un recogepelotas que se desmayó, al parecer por una bajada de tensión provocada por no haber comido. El susto que protagonizo el jóven pareció contagiar a la Real que salió al campo dormida. El Hércules aprovechó ese regalo txuri urdin para darle la vuelta al encuentro en seis minutos. Primero fue Trezeguet quien puso el empate en el marcador, tras una internada de Kiko por banda derecha que culminó con un pase al primer palo, donde el delantero francés, no perdonó. Cinco minutos después, en otro error defensivo que terminó en falta de Mikel González, Drenthe marcó su primer gol con la camiseta del Hércules, con un gran disparo.
Visto y no visto la Real había perdido la ventaja que tan merecidamente había obtenido en la primera parte. Había que ponerse la pilas. Sin embargo, al equipo le costó darle la vuelta a la situación, y se apreció durante algunos minutos un juego demasiado directo por parte de la Real, que no le ayudaba para nada.
Mediada la segunda parte llegó el despetar del equipo. Ansotegi volvió a mandar un balón de cabeza fuera por muy poco, y un minuto más tarde Griezmann pudo empatar tras una gran pared con Mikel Aranburu; el balón se marchó fuera.
Sarpong y Tamudo, que reapareció tras superar su rotura de cúbito, fueron el refresco empleado por Lasarte, y cerca estuvieron de protagonizar el empate. El holandes puso un centro al segundo palo en el minuto 34, hasta donde entró el catalán. Sin embargo, Calatayud firmó una gran estirada para evitar que Tamudo marcara a placer con la cabeza.
La Real lo siguió intentando hasta el final. Esteban Vigo trató de dormir el partido con los cambios que realizó, pero los donostiarras aún tuvieron alguna ocasión más. De la Bella disparó fuera tras una buena jugada de pelea de Sarpong; y Tamudo vio como el famoso línea Fermín el del banderín levantaba el palo para señalar un fuera de juego, que existía por milímetros, y anular el gol del empate en la última jugada del encuentro.
De este modo, la Real sufrió una derrota cuanto menos injusta por los méritos realizados a lo largo del partido, pero que llegó por una falta de concentración en seis minutos que resultaron fulminantes y que evitaron que los donostiarras terminaran con la maldición del Rico Pérez, que perdurará, al menos, un año más.
No Response to "Seis minutos condenan a la Real en el Rico Perez (2-1)"
Publicar un comentario